A cuatro meses del MIR…

Apuuuf. Creo que ésta es la palabra que mejor define esta última semana. O las dos últimas. O casi toda la preparación.

El caso es que hoy es 2 de octubre y claro, me ha dado por mirar el calendario. Resulta que ya estamos a menos de cuatro meses del MIR. Por un lado siento alivio porque veo que ya casi casi he llegado a la mitad de mi preparación (de forma intensiva) y, lógicamente, quiero que esto se acabe lo antes posible. Pero, por otro lado… Empiezo a sentir un poco de miedo. Yo, que me juré que no dejaría que me superase un examen de 235 preguntas cuando la presión y exigencia de cualquier guardia de las miles que voy a hacer en mi vida le dan mil vueltas a toda esta histeria colectiva llamada MIR. Supongo que mantener la cabeza fría y ser firme siempre pase lo que pase es mucho más difícil de lo que me había imaginado y es complicado incluso seguir tus propios consejos.

Por otro lado… Ayer ha hecho exactamente un año que he empezado con esta aventura y me he dado cuenta de cómo ha cambiado todo desde entonces. No es que haya ido a peor, puesto que algunas cosas me gustan más ahora que antes. Es haber visto como en 365 días uno puede crecer tanto y tener una visión más amplia de las cosas. Yo me entiendo. La sensación que he tenido al llegar ayer por la mañana a la sede y ver a los recién estrenados alumnos de sexto esperando en la puerta ha sido indescriptible. Lo primero que se me ha pasado por la cabeza decirles al encontrarme con ellos ha sido: ¡¡Disfrutad sexto!! Jaja. Que lo disfruten, pero no porque luego no puedan hacerlo. Sino porque cada etapa tiene su propio significado y cuando sabes lo que es y quieres volver, ya es tarde. Creo que a todo el mundo le ha pasado alguna vez.

bateria-reloj-de-arena-1

Lo mismo se podría decir de esta otra etapa que estoy pasando. Lo cierto es que ya ha habido cambios porque algunos de nosotros decidimos irnos a otra ciudad a preparar el examen y claro, el contacto con algunas personas se pierde y deja de ser todo como era. Pero… a veces me da vértigo pensar que, quizá, dentro de unos meses, pueda perder la relación con algunas personas que están ahora conmigo y con las que me siento muy unida. Porque, ¿quién sabe qué pasará? Después del MIR, algunos se quedarán en su ciudad a trabajar y otros nos iremos a otro lugar o dónde simplemente podamos. Y ahora, esas personas que significan tanto para mí, puede que mañana sólo sean un bonito recuerdo y otra de esas personas que sólo sabes de ellas gracias al caralibro, porque a lo mejor yo tengo mi vida en un sitio y ella en otro y el tiempo hará que perdamos todo interés en estar unidas. Así que, sí, no es el mejor momento de mi vida, pero sí hay cosas que merecen la pena y que puede que sólo existan ahora. Por eso quiero y debo disfrutar esta etapa, aunque sea entre los áridos apuntes y manual de Infecciosas y agobiada porque a veces me faltan horas para llegar a todo.

Y nada más, hoy me apetecía simplemente desahogarme y compartir toda esta extraña sensación de ilusión, miedo y nostalgia que siento a la vez. Gracias por leerme y a disfrutar del domingo 🙂

8 comentarios

  1. Entiendo como te sientes, y creo que no se puede evitar. Cuando cierras etapas, o abres otras nuevas, es normal sentirse así.
    Disfruta todo lo que puedas, que eres muy afortunada de vivir esta experiencia (que no se te olvide que estás estudiando lo que quieres y de compartirla con gente afín a ti), y aprovecha cada momento con tus compañeros.
    Un beso.

    Me gusta

    1. Muchísimas gracias, Fonendo 🙂 Sí, yo creo que somos todos muy afortunados. Estamos haciendo lo que nos gusta y, con la que está cayendo, al menos tenemos la posibilidad de optar por un contrato de 4-5 años para trabajar de lo que hemos estudiado. Todo esfuerzo tiene su recompensa 🙂

      Espero que estés disfrutando mucho 5º ^^

      Me gusta

  2. Hola 🙂

    No nos conocemos; me llamo Iratxe, estoy en quinto ahora y acabo de llegar a tu blog.

    Me ha gustado mucho tu entrada; me siento muy identificada contigo porque yo también he tenido varias veces esta reflexión.
    Antes de vez en cuando me daba la neura y quería adelantar el reloj y llegar a la residencia, y me costaba mucho calmarme y convencerme de que disfrutar el presente es lo correcto. Pero creo que era porque, a pesar de que la carrera me apasiona desde el principio, no estaba del todo en paz conmigo misma y con la gente. Ahora es distinto, ya me voy permitiendo salir más, me llevo mejor con los compañeros del hospi, las prácticas son un puntazo, he vuelto al blog… soy mucho más feliz, y creo que eso es lo que hace que ya no quiera adelantar el reloj.
    Aun así, también soy de las que piensa que la realidad no es la que es sino los ojos con los que la miramos, y que la forma de pensar influye mucho en eso.
    Así que mucho ánimo con el pensamiento positivo y con intentar disfrutar de esta etapa tanto como de las demás (aunque sea de forma diferente), que como bien dices cada una es importante y necesaria en su momento y una vez terminada ya no se puede volver atrás.

    ¡Un saludo y mucho ánimo!

    Me gusta

    1. Hola, Iratxe!! Bienvenida por aquí!!

      Efectivamente, siempre se puede disfrutar del presente. En algunos momentos es más complicado que en otros, pero siempre hay algo positivo que sacar de cada experiencia. Y más cuando dentro de unos meses o años, uno no sabe dónde va a coger plaza para trabajar y lo lejos o no que va a estar de su familia y amigos de toda la vida. A partir de ahora de avecinan muchos cambios en mi vida (¡¡Espero que para mejor!!), así que quiero disfrutar todo lo que pueda de todos estos momentos que estoy compartiendo con otras personas. Me alegra que tú también tengas este punto de vista y así lo hagas también.

      Un abrazo 🙂

      Me gusta

  3. 4 meses y yo aún siento que falta un montón XD Estoy tan cansanda que creo que no me molestaría si el MIR fuera mañana mismo XDDD

    Lo de las amistades es cierto casi todas se pierden, yo al menos casi no conservo amigos de la escuela o el colegio, y si acaso algunos de la universidad pero es que bueno yo me gradué hace un par de años. Lo malo es que puedes perder amistades lo bueno es que vas a conocer nuevas personas igual de geniales en esa nueva etapa de residente.

    Infecto a mi tampoco me da tiempo, aunque la que veo más complicada de terminar es Digestivo XD

    Me gusta

    1. Totalmente de acuerdo contigo. Yo también he tenido la misma experiencia cuando terminé el instituto y pasé a la universidad. Con algunas personas sigo manteniendo una buena amistad, pero con otras… Les he perdido la pista totalmente. Claro que, efectivamente, también he conocido a otras personas igualmente maravillosas con las que he estado toda la carrera y ahora también con el MIR. Como me dijo mi padre una vez, «los amigos son los que te toca tener». Una vez que dejas de tener algo en común (ser compañeros en la universidad, en el trabajo, ir juntos al gimnasio, lo que sea), la relación, salvo que sea muy especial, se pierde. Supongo que, si me voy a la otra punta del país a ejercer la especialidad que yo quiero, me pasará lo mismo. Por eso quiero disfrutar de estos momentos, aunque, la verdad, no es nada fácil XD. Ojalá, como tú dices, fuese mañana el MIR mismo y nos lo quitásemos ya de la cabeza para siempre.

      Esta semana he terminado infecciosas y me resultó casi mortal, aunque se me hizo menos difícil abarcarla que Digestivo, tal y como dices. No sabes cómo me alegro de haber terminado ambas asignaturas en la segunda vuelta y no tener que preocuparme mucho por ellas hasta noviembre 😀 .

      Un saludo y gracias por comentar 🙂

      Me gusta

  4. Buenas!! Por aquí ando de nuevo jeje, me ha gustado mucho tu entrada, creo que refleja perfectamente ese sentimiento agridulce e incluso «bohemio» que hemos sentido todos alguna vez, y que en tu situación imagino que se hace más fuerte. Yo estoy disfrutando muchísimo del rotatorio (más de lo que esperaba) y la verdad… no quiero que se acabe, me siento realizada y útil, y es una de las mejores cosas de las que he sentido. EL otro día nosotros también coincidimos con los alumnos del intensivo, nos miraban con condescendencia y con cara de «que tiempos»… porque es cierto que es solo 1 año de diferencia, pero ¡Menudo año!. Estoy segura que mi yo de ahora no será el mismo que mi yo dentro de un año, pues son demasiadas cosas en tan poco tiempo. Solo me queda darte ánimos una vez más, queda «poco», en nada tendrás tu plaza, y nos contarás desde «el otro lado» una nueva perspectiva 🙂 Un saludo

    Me gusta

Replica a Mi Maratón MIR Cancelar la respuesta